Los Degollado González, una dinastía corrupta

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En Chapala, una familia manda. Ellos son los Degollado González, dos hermanos que se han apoderado de la Presidencia Municipal y tienen la firme intención de perpetuarse en el poder.

Aunque aparentan ser independientes uno del otro, los hermanos Javier y Gerardo Degollado González se han mantenido juntos por más de dos décadas, con tal de eternizar sus apellidos, controlar las arcas municipales y llevarse año con año una enorme tajada, incrementar sus bienes, vivir lujosamente y ser parte de una élite dorada, pese a que hay familias en Chapala que apenas cuentan con lo mínimo indispensable para subsistir.

Pero, ¿cómo fue que llegaron al poder? De acuerdo con fuentes consultadas por este medio, bajo el cobijo y el resguardo de Hugo Contreras, el ex presidente estatal del PRI, Gerardo Degollado González, poco a poco fue entrometiéndose en la política hasta desplazar a Rodrigo Díaz y quedarse con la candidatura del PRI  a la Presidencia Municipal. Así fue que compitió por ese partido en 2006 y se llevó el triunfo, convirtiéndose así en alcalde del municipio rivereño hasta el año del 2009.

Tras dejar la alcaldía, Gerardo Degollado buscó refugio con su amigo Ramiro Hernández García, en ese entonces alcalde de Guadalajara, quien lo arropó e hizo su director de Parques y Jardines, cobrando un sueldo de 36 mil pesos mensuales.

Por si fuera poco, Gerardo Degollado se llevó a su hermano a trabajar con él. Auspiciado por el priista Ramiro Hernández, Javier Degollado se incorporó a la nómina tapatía como jefe del Departamento de Desarrollo Personal de la Dirección de Recursos Humanos, con un salario de 46 mil 378 pesos mensuales.

Lo peor del caso, es que ambos hermanos, durante el tiempo que fungieron como funcionarios públicos del Gobierno de Guadalajara, faltaron constantemente a sus labores. Fueron simple y llanamente, unos aviadores, como lo constata en una de sus columnas, el periodista Felipe Cobián, del extinto semanario Proceso Jalisco.

En 2014, Gerardo Degollado perdió las elecciones para diputado local frente al entonces panista Héctor Álvarez –hoy presidente municipal de Zapotlanejo por Movimiento Ciudadano– . Sin embargo, un año después, logró imponer a su hermano como candidato a la Presidencia Municipal, con lo cual ha gobernado el municipio desde la sombra, maniatando a su hermano, obligándole a cumplir sus órdenes.

Hace unos meses, después de 37 años, Gerardo Degollado renunció a su militancia priista. En su carta de renuncia, dijo estar consciente de que no se puede militar en un partido y apoyar al entonces presidente de Morena, Andrés Manuel López Obrador, y hasta señaló haber tomado la decisión para ser “congruente”, después de “una época de reflexión y de toma de decisiones de manera personal”.

Sin embargo, su objetivo es otro. Cerca de cumplir 12 años de gobierno entre ambos, los hermanos Degollado González se alistan a apoderarse del Gobierno de Chapala por tres años más.

Para ello, han armado el plan perfecto: ambos competirán por la Presidencia de Chapala en julio de este año, usando la estructura y las prerrogativas de dos partidos y la movilización que les otorga el manejo de una de las nóminas más caras de Jalisco.

Su estrategia es sencilla: mediante la colocación de sus incondicionales en puestos importantes (dejando fuera a personas con mayor capacidad) de su administración han creado toda una cadena de favores para llegado el momento, utilizarlos durante la elección para acarrear habitantes de bajos recursos a votar por ellos y así resultar vencedores en la elección venidera.

Para muestra, un botón:Juan de Dios García Velasco “El Bebo”, quien se había registrado como precandidato a la Presidencia Municipal de Chapala por el PRI, al igual que Javier Degollado, se bajó de la contienda tras conseguir la candidatura a diputado local por el distrito 17, dejando como único candidato al hermano menor de los Degollado.

Los Degollado González han hecho de la política y el poder su patrimonio. De manera escandalosa, ambos hermanos se han cuidado las espaldas y a pesar de ser estar supuestamente hoy en polos opuestos ideológicamente, todos los ciudadanos en Chapala saben perfectamente bien que Gerardo Degollado es quien da las órdenes y Javier Degollado quien las recibe, fingiendo a cada momento ser él quien manda en el municipio.

Por ese motivo, fuentes consultadas en el PRI Municipal, temen que llegada la hora, Javier Degollado reciba la instrucción de traicionar a su partido y opere a todo vapor a favor de Morena para convertir su hermano Gerardo en su sucesor en el cargo de presidente municipal.

¿Podrá Gerardo Degollado lograr su cometido? ¿Javier Degollado volverá a ser el delfín de su hermano? ¿El abuso de poder y la corrupción por fin serán desterrados de Chapala?

El panorama se vislumbra oscuro. Sin embargo, los ciudadanos tienen en sus manos la posibilidad de impedir que esa nefasta tradición política cada vez más presente en nuestro país llamada nepotismo, sea una realidad.

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