Un gran daño ambiental está acabando con la diversidad de peces que viven en el Lago de Chapala. Y el gran culpable es el hombre.
De acuerdo a un estudio realizado por el Instituto Politécnico Nacional, la Universidad Veracruzana, el Comité Internacional de Ambientes Lacustres y la Universidad Beylor, de Texas, al menos 12 de las 28 especies de peces en el Lago de Chapala, han desaparecido o están a punto de hacerlo. La causa: el uso irracional de pesticidas en el campo.
Entre las especies desaparecidas se encuentran tres representativas del Lago de Chapala: el pescado blanco pico prieto (chirostoma promelas), el charal del Verde (chirostoma arge) y la lamprea (lampetra spadicea), esta última muy rara y primitiva.
Entrevistado por el diario Mural, el presidente del Instituto de Desarrollo Ambiental Corazón de la Tierra AC, Alejandro Juárez, indicó que entre los químicos más dañinos detectados en los municipios de la ribera de chapala, destacan el paration metílico, el carbofurano, todo el grupo de los terbufos y el malathion.
«Encontramos 42 sustancias activas que se utilizan para control de plagas y tienen un efecto tóxico, y se pueden comercializar en más de 70 marcas», señaló Juárez.
Los agroquimicos son dañinos para las aves, reptibles, anfibios y algas que habitan el ecosistema, lo que debería alertar a autoridades como la Semarnat, la Profepa y la Comisión Intersecretarial para el Control del Proceso y Uso de Plaguicidas, Fertilizantes y Sustancias Tóxicas, que depende de la Sagarpa.
«Casi la mitad de las sustancias activas que se identificaron se consideran de alta toxicidad para aves, peces y plancton y generan graves alteraciones al ecosistema del lago más grande del País».
Según la investigación académica hecha en 2013, las 28 especies restantes también están en riesgo de desaparecer, pues los agentes tóxicos de estos productos al ser arrojados al Lago de Chapala, atacan a los huevecillos y a los peces en desarrollo, evitando que lleguen a la edad adulta.
Esta situación ya ha sido resentida por los pescadores, quienes han visto en los últimos años que en el Lago de Chapala no habitan las mismas especies, la producción ha bajado y algunos de ellos ni siquiera conocieron el pescado blanco.
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